La filmación del Daisy Spot

El 31 de julio de 1964 de la Casa Blanca aprobó el presupuesto de producción de televisión para varios anuncios incluyendo el Daisy Spot.

Birgitte Olsen, la niña actriz y modelo que jugó con la margarita, era una pequeñita con pecas muy linda, en aquel entonces de cuatro años, fue seleccionada para el histórico mensaje como cualquier otro comercial a través de su agente, Mónica Estuardo de la agencia de Schuller, quién la propuso para el anuncio.

El Daisy Spot fue filmado, durante un par de horas por la tarde en el Parque Highbridge en Nueva York, por el camarógrafo fue Drummond Drury, miembro de la compañía de la producción de Elliot Unger Elliot; una vez que las secuencias fueron reveladas, también brindó en sus oficinas el servicio de montaje.

A Tony Schwartz, que fue el responsable de mezclar la banda de sonido, se le proporcionó la cinta original de Birgitte Olsen, en la que era se le indicaba contar en la localización. Los analistas del Daisy Spot a menudo se preguntan si el conteo fuera de secuencia de Olsen estaba en el guión. Según las múltiples tomas en la cinta, se utilizó tal cual estaba en la grabación para preservar la credibilidad. La respuesta a esta pregunta es ¡no!, la cuenta en secuencia no fue pre-ordenada.


La localización de la filmación del Daisy Spot fue parque de Highbridge, en Nueva York. Tony Schwartz no estaba presente en la localización durante la filmación. La voz del director que se escucha en la cinta original probablemente de Sid Myers, quién indicó: “Es difícil decir de quién es la voz es, pero pienso que es la mía.” Drummond Drury se acredita como el camarógrafo de la “niña de la paz,” en el libro anual del Club de Directores de Arte de 1965 (p. 53)que contiene la cita distintiva del mérito por el anuncio.

Sid Myers asegura que la edición fue en colaboración y que él propuso hacer el zoom lento al ojo de Birgitte Olsen que distingue el anuncio. La fuente de inspiración para esta opción la haría inolvidable fue la nueva ola francesa. En aquel entonces había una película de Truffaut de 1959 llamada Les 400 Coupes. Bien, en el final el niño protagonista sale corriendo, se detiene y se congela la imagen, entonces la cámara se mueve hacia su cara.

“Pensé en hacer lo mismo pero que entrara a su ojo. Vi esa película y me impactó así que pensé que sería interesante hacerlo en este anuncio. El efecto acabaría por ser de gran impacto acércanos a su cara y a su ojo e inmediatamente después disolver a la explosión”. Una revisión de la escena final de la obra clásica de la película de Truffaut da crédito a la aserción de Myers.