Destapando la caja de Pandora

Conozcamos ahora los antecedentes mediáticos del Daisy Spot y la labor de quienes participaron en su realización, ya que muchos se atribuyen ser sus creadores, como diría Kennedy “la victoria tiene cientos de padres, mientras que la derrota es huérfana”, (Diamond y Bates,1992:123).

Por lo menos algún cinéfilo astuto ha observado que el Daisy Spot es evocador de la famosa escena a la orilla del lago en la versión original de la película Frankenstein de 1931.Dirigida por James Whale, estelarizada por Boris Karloff. En ella una niña que transpira una inocencia, similar a la niña de la margarita, quiere hacerse amiga del monstruo, sin darse cuenta ella arroja una margarita al lago, el mounstro imita la acción pero arrojándola a ella y sus flores violentamente, al no salir y ver que se ahogó, éste llora por que acaba de hacer…

El hombre que creó al monstruo - Frankenstein (1931).

Recordemos que en julio de 1945 los Estados Unidos lanzaron la primera bomba atómica en Japón para terminar con la Segunda Guerra Mundial. Cuando la extinta URSS empezó a hacer pruebas nucleares, el Gobierno Federal produjo para la defensa civil el cortometraje Duck and Cover en 1951, el cual inicia con una animación de la tortuga “Bert” –nombre que hace rima con “cover” en el jingle de la producción– que lleva un casco de soldado y va oliendo una margarita, agachándose y cubriéndose ante una explosión, para enseñarle a los niños a hacer lo mismo. No es coincidencia que el camarógrafo de esta película, del Ciudadano Krane y del Daisy Spot sea el mismo, Drummond Drury.

Para registrar el audio se contrató a Tony Schwartz, considerado por Marshall McLuhan como un maestro de los medios electrónicos y apodado el Mago del Sonido,experto en el registro de voces de niños. Él grabó el sonido para el anuncio del talco para bebé “El Bebé Calvo” de Johnson & Johnson, en 1958, reconocido como el primer spot que muestra la voz de un niño real, ya antes se utilizaban a mujeres adultas para doblar la voz de niños. Schwartz también fue precursor de los métodos de grabación móvil.

Duck and Cover – Agáchate y Cúbrete (1951)

En 1962, Schwartz produjo un aviso radiofónico para el Servicio Público para los Naciones Unidas, que es un precedente incluso más claro del Daisy Spot: La voz del un locutor se escucha con la declaración “A veces los números pueden ser divertidos.” En seguida de la voz de un niño que cuenta alternadamente van seguidas por un conteo de “Control de Misión” –la voz adulta que cuenta de manera descendente seguida por una explosión nuclear. La voz del locutor dice “Jóvenes y ancianos. Otra guerra mundial significaría la muerte de todos nosotros. Apoye a las Naciones Unidas.” (Schwartz,Tony website.
http://www.tonyschwartz.org/).

Bill Myers habla la visita de DDB al estudio de sonidos de Schwartz: Escuchamos la grabación para las Naciones Unidas y entonces dijimos “guau, esto es grandioso.” No sería genial tener esta cuenta descendiente y después una voz siniestra de un individuo que cuente de manera regresiva y que estalle una bomba, (Geerhart, 2007).

Si uno compara los anuncios políticos televisados de los años cincuenta –incluyendo los de Kennedy en 1960– con los de la campaña de Johnson en 1964, se veían prehistóricos, incluso mal copiaban la técnica de Eisenhower en 1952, de preguntarle al candidato y este responderle a la ciudadanía, en cambio el Daisy Spot parecía asombrosamente moderno.

La historia del Daisy Spot es un quimera de cómo un grupo de hombres, expertos cada uno en su área, dedicaron varios fondos del gobierno para crear una campaña para vender un “producto” –el Presidente de los Estados Unidos. Estos profesionales tuvieron un éxito espectacular en su primer objetivo de ninguna parte de Lyndon Johnson debería ser una mercancía defectuosa, pero también crearon un icono indeleble de la Guerra Fría en el proceso.