El equipo de publicidad y el equipo de trucos sucios

La avenida Madison, conocida porque ahí están establecidas las mayores agencias de publicidad en Nueva York, había sido evitada por los demócratas desde los tiempos de Stevenson (1956).[Stevenson pensaba que la televisión no era el medio ideal para hacer campaña, y criticaba no poder hablar de frente al votante sino simular desde en la sala de su casa. Véase el spot de Aldai Stevenson en 1956 A Man from Libertyville.]
Sin embargo, el equipo de Johnson, encabezado por su asistente personal Bill Moyers, se acercó a Doyle, Dane, Bernbach (DDB) para ofrecerle la cuenta. La decisión de la agencia no era fácil, otras agencias que se habían considerado se retiraron por miedo al posible resentimiento de sus grandes clientes republicanos.

Días más tarde, la agencia DDB aceptó la cuenta y tomó a su primer cliente político luego de escuchar a los asesores de Johnson, que querían atacar la idea del candidato republicano, Barry Goldwater, sobre las armas nucleares. La agencia no perdió tiempo en ponerse a trabajar y escribieron una nota a los altos ejecutivos de la Casa Blanca informándoles que sus representantes visitarían la Casa Blanca para una sesión de orientación inicial. Los puntos de la agenda a tratar:
[Nota de Lloyd Wright a los asistentes de la Casa Blanca con fecha del 25 de marzo de 1964. Biblioteca Presidencial y Museo de Lyndon Baines Johnson, archivos de DNC. Citada por Geerhart].

1. Temas importantes de la campaña, (sólo tres o cuatro más importantes).
2. Áreas problemáticas (enemigos) y públicos meta.
3. Tema general de la campaña (para definir el concepto rector o Hànzì).
4. Horarios de la publicidad (selección y distribución de medios).
5. Método de operación (selección de materiales).

Para este trabajo DDB, seleccionó a cuarenta redactores, directores de arte, productores de televisión y personal de apoyo para formar a un equipo dedicado a trabajar exclusivamente en la campaña de Johnson. Un requisito previo y necesario para la prestigiosa asignación era que los reclutas fueran verdadero “creyentes” Demócratas, pues estaban vendiendo al Presidente de los Estados Unidos.

En las reuniones de estrategia asistían, además de los altos mandos, miembros secretos de la campaña de la Casa Blanca conocidos de manera informal como el Departamento de Trucos Sucios; un equipo de dieciséis hombres que dirigidos por los asistentes de Johnson, que le reportaban directamente las actividades del equipo. Este grupo monitoreaba las declaraciones y posiciones de Goldwater y registraban todo ese material en el Gran Libro Azul. También realizaban otra actividad más cuestionable tal como alimentar de preguntas hostiles a los reporteros que cubrían Goldwater e intentaban de muchas maneras manipular el tratamiento de los medios hacia el Senador. (Dallek 1988: 174)